sábado, 17 de octubre de 2009

Las rectificaciones necesarias

La ciencia ha descubierto que la vida surgió de la Materia y el Hombre emerge de esa Vida,como esta de la materia en su proceso continuo que llamamos Devolución.Es erróneo creer que el Hombre como "Rey de la creación es su cúspide y con él se le ha dado término. La evolución continua hacia planos superiores.Nuevos paradigmas.En mi libro "Posmodernismo y después" digo las rectificaciones necesarias:



Las aguas de un rió no fluyen de un modo homogéneo. hay una corriente principal,potente,pujante,que es prioritaria en el transporte por el cause de lo que sea que arrastra el río hacia delante. y hay corrientes laterales,secundarias, más lentas reflexivas casi diríamos,a veces refluyente,contracorrientes,remolinos,remansos,pozos,donde se acumulan detritos olvidados, detenidos o entretenidos en la historia de sus orillas, a veces esperando la ocasión propicia para correr de nuevo.
Es río también tiene sus fuentes, de donde le vienen las aguas, y al mar donde desembocarán...si no es que encuentran antes arenas contagiosas del desierto que las engullen, o barreras que las indican.
Pero como decía Heráclito (o le hacen decir, es lo mismo)todo fluye, es decir pro-gresa,desde, hacia, E-voluciona.
Esa es la Humanidad Multiforme como el río. No la pasta homogénea de la aldea global made in USA. Y ese es el "progreso". No es el progreso lineal pero utópico hacia el paraíso terrenal diseñado por el racionalismo que se vistió luego con las fantasías socialistas de una humanidad feliz, ni el progreso cíclico del "eterno retorno" en la gran Rueda del Karma que respira Brahma.El gran río de los hombres se asemeja más -es más plausible su imagen- a la deriva cósmica hacia un Omega que lo podremos definir como mejor nos guste, pero que está allí, en ese punto,trascendente a otro plano que podemos llamar "agujero negro"o "más allá" pero que evolutivamente está en ese no-tiempo que llamamos futuro. (Y que -después de Álamo Gordo- puede ser también un no-futuro: Kaliyuga, si el hombre no pone Intención de vida en él).
Pero ese progreso,no parece ser de ninguna manera una marcha ciega (sin sentido) hacia un destino inmutable, prefijado, como quería Spencer, o como les maldijo Ala a los seguidores de Mahoma. Tampoco una caída inevitable en el caos fractálico del "desorden" que imaginan regente inexorable de nuestro planeta,algunas mentes ávidas del "hallazgo novedoso" que les de notoriedad, y que confunden verdad axiomática con teoría -o mejor aun, mera hipótesis- In-coherente, in-compatible con los hechos observables, deducciones lógicas y las deducciones simbólicas.
Dios no será un jugador de dados como el remanido dicho que le colgaron aviesamente a Einstein, pero tampoco un orate lunático vagando homeless por las calles de Nueva York.
Todavía podríamos introducir el common sense del libre albedrío como un renovado traje de arlequín que le caería bien al anémico y aburrido man del fin del modernismo. Pero ello suscita dudas inevitables acerca de si tiene agallas como para atreverse. Es más probable que el ejercicio de la libertad de decisión personal sea un uso apropiado para el arlequín pos-moderno, remedo del loco del tarot. No el niño clon del laboratorio genético imaginado en la fiebre delirante del entertainment electrónico.
La columna vertebral del Universo físico, material, no es el orden sino el desorden. Sea. Esa es la entropía. Pero ese es el hecho físico , no la meta humana.La hipótesis de trabajo, desde Adan,es poner orden en el caos.
Si Dios nos dio un mundo imperfecto (desordenado), donde la semilla de la cizaña prospera entre los granos de trigo y nos obliga a la fatiga del trabajo y la dramatización del dolor, fue para hacernos ver la perspectiva necesaria del Mal,como un acicate de superación (y no meramente evitación).Si existe el
Mal debemos encontrarle un sentido un "para qué" en lugar de renegar y maldecir del diseñador del software.
...El hombre posmoderno esta enfrentado ineludiblemente con el dilema de encontrar un "que hacer", construir el mundo (humano) como unidad en la diversidad -que es respeto por el otro- Para poner orden en el caos. (El caos-la entropía- está en las cosas, no en las interacciones humanas. en éstas la confusión de Babel es el vacío legal, La anomia social.


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Cambio. Mutación. ¿Hacia lo mejor?, ¿hacia lo peor?. ¿Hacia la meta debida?, ¿equivocada?, ¿deseada?, ¿presentida?. Dilemas a resolver.

viernes, 2 de octubre de 2009

LA EVOLUCIÓN RESPONSABLE

El hombre equivocó el rumbo al equiparar valores con instintos. Los instintos son ordenadores animales, inscriptos en los genes, innatos y condicionantes, al servicio de la especie y no del individuo. Los valores son ordenadores adquiridos y liberadores, transmitidos por la memoria cultural y la intuición de un mundo Trascendente al Hombre. Podemos llamarlos Tradición y Ética porque trazan una Norma de Conducta. Podemos conservar los valores o perderlos y desestimarlos. Pero con ellos hay siempre una opción. Podemos decirle no a los instintos, porque los valores son una facultad superior, que nos permite comportarnos como Hombres. Su ausencia nos hace descender a la animalidad instintiva, que es la ausencia de la ética de la convivencia.

Vivimos una época de grave deterioro de las tradiciones, la juventud adora la moda de lo nuevo. Pero el hombre se llena de dudas, perdido el norte de su rumbo, porque vive en conflicto con lo que es tradicional y ético, el orden. O hace lo que hacen todos y cae en el conformismo, del todo es igual, o se deja llevar como hojas muertas arrastrados por vientos que soplan otros más poderosos y se convierte en un esclavo. Cae así en el vacío existencial del nihilismo. Disolución de la vida porque no cree en ella.

El hombre ya no se queja de inferioridad, sino de futilidad, frustración o vacío; siente oscuramente que ha perdido el sentido de la vida. No le basta el lenitivo del Estado de Bienestar que lo colma de bienes de consumo, de entretrenimientos para sentirse mejor. Porque aun en la abundancia el Estado de Bienestar no le hace feliz, el vacío de sentido de la vida permanece, como lo adolece el niño rico, neurótico de abandono y aburrimiento en una habitación llena de fabulosos juguetes con los que no quiere jugar.

El Hombre puede salir de la confusión de la época si logra ordenar el mundo, retaurando sus valores tradicionales, y así tener acceso a una visión del Todo como un Organismo diferenciado en niveles. Como señala von Bertalannfy, un Organismo funciona como un sistema abierto que ordena el todo y sus partes jerarquizadas, con las leyes propias de cada nivel subordinads en un orden jerárquico. El Todo se constituye en sistemas y éstos a su vez en subsistemas. Así progresivamente en subsistemas de subsistemas cada uno funcionando según sus propias leyes pero todos subordinados a una jerarquía de valores, en la que la diversidad y complejidad se conjugan en Unidad, pues las leyes de un nivel superior en apoyan en las del nivel inferior, pero no a la inversa.

Complejidad y Centración crecientes que dan unidad a lo diverso y crean conciencia ordenadora. Organismo funcionando en un nivel superior, el de los valores, nivel humano, y no el de los instintos, nivel animal. este es el nuevo paradigma de la Evolución responsable.
Fragmento del libro "La nueva edad" ( pag. 79-80)

http://www.librosenred.com/

jueves, 13 de agosto de 2009

El niño de hoy es el hombre de mañana

En mis reflexiones de hoy te quiero traer una página de mi libro "La Nueva Edad", edición digital que puedes consultar en editorial Libros en Red,http://www.librosenred.com/, sección ensayos, o en autor, letra o. También puedes pedirlo en "Impresión bajo demanda" y te lo envían como libro impreso en papel a tu domicilio.


Allí te digo: (pag. 224)





"Se trata hoy de armonizar las responsabilidades de los adultos -personas formadas- con las necesidades del niño, persona en formación.
El imperativo es dar una nueva dimensión a la infancia, entendiendo que el niño de hoy es el adulto de mañana. Esto que suena como una verdad de perogrullo no es tal: nos centra en el problema. En la crisis de la sociedad posmoderna, tan maltratada y deteriorada, corregir las desviaciones en que hemos caído buscando un futuro más sano, constituido por hombres espiritualmente más centrados en si mismos, integrados en un sistema de convivencia solidaria y respetuosa de su dignidad de personas.
Hoy, es una sociedad de adultos predominantemente neuróticos, constituidos en familias destruidas o enfermas que ven al niño como un fastidio, al que se lo maltrata o abandona "para sacárselo de encima" o al que se lo modela abusivamente obligándolo a ser "el niño bueno y obediente" que me hace quedar bien con los otros.
Es una tarea de educación. Una educación en la que padres y adultos se sientan modelos formativos.
Hoy no hay lugar para una sociedad que le brinda al niño como escuela una televisión que lo deforma psicopáticamente y un estilo de vida a copiar de los adultos apoyado en la mentira, el prejuicio, la prepotencia, el afán material por el dinero y el goce hedonista y material. Una sociedad de adultos donde todas buscan el éxito pisoteando al prójimo con la ley del más fuerte, y ocultan el fracaso con el ocultamiento cobarde y el sometimiento indigno. El cuartel imperante es el del mal, el odio, la mentira, la suciedad y la injusticia.
El niño que anhela insertarse en este modelo de vida se convierte en un rebelde marginado o en un sometido enlatado en el establishment como sardina entre otras sardinas uniformemente apiladas en un todo homogéneo en el que no se distingue un individuo de otro. Propósito de la aldea global diseñada para un mundo uniformemente mercantilizado de consumidores de una publicidad habilmente marketinizada.
Por eso es imperativo que para sanar al hombre de mañana debemos sanar al niño de hoy, saneando las instituciones intervinientes: la familia en primera instancia, la escuela, las instituciones barriales, organizandolos en sistemas abiertos contenedores en los que las norma básicas sean libertad con autodisciplina, verdad sin prejuicio ni condicionamientos y amor de convivencia. Donde los otros sean un significante, un hermano y amigo y no un adversario y un enemigo a destruir. Un hermano con quiera compartir (compartir: "partir el pan con") en el seno de una gran familia ampliada en la convivencia social.
El objetivo es el edúcere, (el sacar lo que hay adentro) que libera en cada niño los potenciales de su creatividad: asombro, entusiasmo, atrevimiento, y no domesticado por un proyecto adulto que lo sistematiza en un producto uniforme, standard.
El niño, ávido de incorporarse a la vida, aprende todo el tiempo, experimenta, se atreve, incorpora pautas pero sobre todo desarrolla pautas propias... si lo dejan.
Los adultos tienen que aprender que son modelos. Si son veraces, disciplinados, llenos de amor y no de odio, de paz y no de violencia, el niño aprenderá a ser veraz, disciplinado, amoroso. Aprende a amar la verdad y respetar el prójimo. Padres violentos, irascibles, pegadores, taimados y mentirosos siguen (y enseñan) la falsa filosofía del "haz lo que yo digo y no lo que hago". Su modelo enfermo se transmite por "ósmosis" y sólo producirá hijos tan inevitablemente deformados como ellos.
Estos son los nuevos paradigmas a buscar. El resultado, si lo logramos hoy, será un "darse cuenta" en lugar del "da lo mismo".